sábado, 17 de septiembre de 2011

Felizmente intransigente

¿Pueden convivir estos dos estados en una misma persona? Sí, pregunto. Porque... dime ¿Si alguien es intransigente... Puede sentirse feliz? Puede estarlo, puede parecerle. Serlo... déjame que lo dude, no se puede ser feliz si no permites que requieran o reclamen algo en tu presencia.
 Es posible que la razón sea, el hecho, de que tal actitud, es empleada consigo mismo, es decir, ser intransigente consigo mismo y por ello reflejarlo en su día a día y si consigue "no pasarse una" se siente, es feliz -reflexión a tener en cuenta-. Viéndolo desde este punto de vista uno puede ser más tolerante con alguien que se comporta así.
Y al hacer este razonamiento.... se me ocurre pensar, preguntarme ¿no eres, tú misma, en este instante en que te atreves a juzgar, intransigente? Sí, porque cada uno es producto de sus experiencias y la enseñanza que ha sacado de ellas ¿Quién eres tú para decidir si pueden o no convivir tales cuestiones en una sola persona?.
 Nadie está en poder de la verdad por eso nunca juzgo, solo reflexiono y concluyo.
Quiero echar un capote a la tolerancia para que la intransigencia solo sirva para nuestro beneficio y haciendo honor a un buen y querido amigo acabaré estas reflexiones con algo suyo:
"malo, cuando crees que eres lo mejor, mejor reconocer tus malos hábitos, malas ideas, comportamientos y tratar de mejorar y no tratar de ser "felizmente intransigente""
Si seguimos este pensamiento y lo ponemos en práctica... la intransigencia será felizmente aplicada.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Juicios de criterio

La RAE define como criterio: Norma para conocer la verdad. Si nos ajustamos a la definición... cada persona tiene su criterio porque, cada persona tiene su verdad -hasta ahí, de acuerdo-. ¿Entonces?¿Qué debemos hacer para ser justos, no incurrir en "nuestro criterio" y, por ello, equivocarnos en valorar o determinar, cuál es la verdad o la realidad de algo o alguien? Larga pregunta, casi que me he perdido en ella.
Retomemos el asunto: En teoría es fácil no incurrir en "nuestro criterio", en teoría.
Cuando están en juego, además, tu propia experiencia y (lo más importante, y que con más frecuencia nos equivocamos en nuestro criterio de algo o alguien)lo que uno percibe o haría ante una situación. Olvidamos a la otra persona o percepción del momento, nos calzamos sus zapatos pero del revés. Sí, nos ponemos en el lugar equivocado, es decir, nos situamos en esa realidad... nosotros.
Así no, así es imposible acertar en un juicio de criterio, porque... también contempla la RAE como definición de criterio: Juicio o discernimiento. Por tanto podremos dejar a parte "nuestro criterio" cuando tengamos los conocimientos imprescindibles, seamos totalmente objetivos, sabiendo separar nuestra verdad, experiencia y nuestra conducta. Y, entonces... sí, podremos ser justos e imparciales, sin llegar a dañar a nada ni a nadie con nuestros...: "Juicios de criterio".