Se me olvidó algo importante
En la entrada de ayer se me olvidó incluir algo muy, pero que muy importante. Andaba –por supuesto- con mi música, entretenida en mi día. Empezó a sonar una canción que habla de dar las gracias ¡Vaya! ¿Cómo se me pudo olvidar algo tan importante?.
En cada momento presente tenemos algo por lo que dar las gracias, hasta en el día más nefasto que tengas. Seguro… si buscas, encuentras algo por lo que dar las gracias. Aunque solo sea esa persona que te ha sonreído en el metro –por ejemplo- y no conocías de nada ¿Sabes por qué? Porque en ese instante… has sentido la esencia de la vida, ese dar sin esperar recibir. Cuando sonríes a quien ni conoces… pueden ocurrir dos cosas, que siga serio, así como pensando: “¿Y ésta? ¿Por qué me sonríe?” O, que te devuelva la sonrisa como dándote las gracias. Dime, no es un intercambio hermoso entre dos personas que, en lo esencial, buscan lo mismo ¿Y qué es? Sentirse bien en su día a día. Merece la pena arriesgarte a no encontrar otra sonrisa, no has de sentirte mal, total… no le conoces ¡Qué más da!. Sonreír a todo es la mejor forma de dar las gracias a… todo.
Da las gracias por estar vivo y te sentirás vivo, así serás consciente de que formas parte de esta creación que nos rodea, que rodeamos, en la que estamos en el centro, que está en el centro, por todas partes. Todo toma sentido cuando te das cuenta de esto ¿Sabes lo mejor? Te sientes más capacitado para cambiar, porque sabes, de cierto que si tú cambias… todo cambiará a tu alrededor y esos instantes que vivimos serán más tu presente… en cada instante. La idea de estar solo en este mundo, desaparece, formas parte de la creación, tú haces, eres creación, todo es creación.
Se me está ocurriendo (bueno, lo sé desde hace mucho, pero ahora tomo conciencia de ello) cantidad y cantidad de momentos por los que tengo que dar las gracias y a personas, por supuesto. Aunque el pasado solo sea, eso: el pasado, he de ser consciente que lo vivido es lo que me ha llevado a donde estoy ahora y, presta atención, no he dicho a ser como soy. NO, somos lo que somos en cada momento presente, como momento lo estas construyendo aquí y ahora y llegará a ser tu constante presente si así lo haces ser.
He de darme las gracias a mí, por no haber abandonado, por no dejarme llevar por las situaciones y terminar sintiéndome victima de lo vivido. Por haber hecho de mi vida una constante búsqueda de lo esencial de estar vivo. Por haber podido conservar ese anhelo de seguir sintiendo amor y ese deseo de dar amor. Porque es lo que me ha acercado cada vez más a mi verdadero yo, ese que ocultamos para que nadie dañe y terminas olvidándolo, terminas siendo dominado por ese otro yo de diario que te pone odio, irritación, frustración y, lo más dañino: miedos, los miedos nos alejan cada vez más y a gran velocidad de las ganas de vivir.
He de dar las gracias a mis hijos, a Carmen, a mi querida amiga Olga, mi hermano y cada una de las personas que han estado en algún presente de mi camino. Ellos, todos ellos me ayudaron a “Tener los pies en la tierra” a ver lo importante de estar ahí… ahora, porque quieres estar, a olvidarme de mi yo de diario para buscar más al fondo. Unas veces porque me han demostrado lo obvio, otras porque han sabido darme ese pescozón que necesitaba para que despertara. Con su sentir diario, he a prendido a sentir ahora. Gracias.