Puede
ocurrirnos que un comentario dentro de una conversación, una imagen o, estando
en algún lugar, capta nuestra atención algo o alguien. Esto desencadena, unos
pensamientos, unas ideas que nos llevan a reflexionar y terminan con unas
conclusiones. Así fue como, después de una conversación con un amigo, comencé a
darle vueltas a una idea, que me provocó algo que dijo dicho amigo: “Yo te
ayudo pero tu me creas”.
Fue
como un pequeño “Eureka” –Es eso-. Me dije. Cada uno de nosotros creamos a los
demás y, a su vez… nos crean. Del mismo modo nos creamos a nosotros mismos. Lo
que me llevó a preguntarme. ¿Qué interviene para crear? Bueno, partimos de la
base, que todo son ideas. Así es como
nos “hacemos una idea” de cómo creemos que es alguien por su imagen, si le
tenemos delante, su forma de moverse, sus ademanes o, si sólo escuchamos su
voz, a través de ella, por sus matices, la rapidez o lentitud al hablar, sus
pausas. Componemos un todo, basado en nuestra
experiencia y nuestros conceptos –no podría ser de otro modo por manejar unas
mentes pensantes y clasificatorias- creamos lo que creemos.
Pero es solo nuestra primera impresión. A
medida que vas conociendo a dicha persona, vas descubriendo matices, quitando
unas ideas para poner otras, aprendes a conocerla… vas creándola, por supuesto
de un forma subjetiva y por lo que esa persona llega a compartir contigo.
En
primera estancia, nos creamos a nosotros mismo. Desde pequeños, en ese
momento de nuestra vida, solo actuamos, nos movemos por atracción, nos impulsa
el querer saber, conocer, experimentar, es ahí donde empezamos –con esa mente
lógica y pensante que va creciendo con nosotros- a colocar los conceptos,
basados en lo que vamos experimentando; aprendiendo a separar y catalogar todo
y a todos. Nos influye lo que vamos escuchando dicen, nos dicen o nos enseñan
de nosotros mismos, a través de lo que les llega de nuestra naturaleza innata.
Y ya, aquí… nos están creando los demás, a la vez que estamos creándoles con
todo lo que vamos aprendiendo de ellos y su forma de interactuar con nosotros.
Así, es como terminamos pensando qué y cómo somos y este pensamiento, es el que
influye en nuestro entorno para atraer a unas personas u otras.
Todo
se resume, en los pensamientos que te hicieron crear una idea, de cómo es esa
persona con la que estas interactuando. De igual manera que te has creado a ti
mismo, con pensamientos que te han llevado a esa idea de ti mismo.
Así
es como, con esa frase de mi amigo, llegué a estas reflexiones y me di cuenta
que ya estaba centrando mi atención en todo esto, sin yo aún ser consciente de
ello. Concluyendo que no solo es importante prestar atención a cómo piensas de
ti mismo y de los demás, sino a ser consciente que lo haces y que, al final…
todo, solo son ideas.
Cosa que hace surja una idea liberadora ¿Por qué? Porque
nuestra mente esta creando ideas constantemente y como nuestra mente somos
nosotros… esas ideas pueden cambiarse, para crear otras que nos lleven a donde
queremos estar y con quien queremos estar.